Hola amig@ viajer@s! Hoy os traigo un punto del turismo muy olvidado y que a mi parecer es muy interesante, el famoso estrecho de Bering. Frontera entre EEUU y la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Nos ofrece escenas dignas de ver al menos una vez en la vida, en mayor parte por su situación. Fue descubierto por un explorador danés Vitus Bering en 1728, y en honor a él se puso el nombre al estrecho.
Se dice que los primeros pobladores de América procedieron de Asia y pasaron por el estrecho de Bering en una época en la que aprovecharon una posible glaciación y una bajada de las aguas, lo que les permitió el paso a pié. Claro está que esto no deja de ser una teoría que en cualquier caso no es posible comprobar.
Se trata de una manga de agua de unos 80 km de ancho que separa Rusia de EEUU, es decir dos continentes, Asia de América. Esto no impresiona mucho porque ya conocemos uno muy cerquita como es el estrecho de Gibraltar que al igual que el de Bering separa dos continentes. pero... ¿y si os digo que este lugar es el hogar permanente de morsas, belugas, narvales y focas y que además su mayor atracción son las ballenas grises?
Ya cambia la idea que tenemos de este lugar ¿Verdad?
Las ballenas grises llegan a este paraje desde los lugares donde se aparean para pasar cinco meses engordando debido a la gran cantidad de alimento que aquí existe, estas ballenas a excepción de las de su especie se alimentan de sedimentos del fondo del mar de un animal parecido al camarón, y desde el aire es posible ver los surcos tan impresionantes que dejan.
El fondo también contiene almejas que es el alimento preferido de las morsas. Existen unos 200.00 ejemplares de morsas en la zona y entre ellas las ballenas y las focas es toda una exhibición marina entre dos continentes al que, en verano se acercan cruceros llenos de turistas para contemplar dicho espectáculo.
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